A veces algunos enclaves de las ciudades invitan al sosiego, al recuerdo, a la nostalgia.
Conectan con la naturaleza hasta vincular la esencia del lugar con el estado anímico.
No sólo los monumentos conmueven, inspiran, sino también las calles, los caminos, la luz y el color de las ciudades históricas.
Y es que en Córdoba, el Huerto de Orive, con un aire decadentemente romántico, entre ruinas, sonidos, vuelos y follaje pudo dejar plasmados estos bellos versos amorosos de un poeta desconocido.
Conectan con la naturaleza hasta vincular la esencia del lugar con el estado anímico.
No sólo los monumentos conmueven, inspiran, sino también las calles, los caminos, la luz y el color de las ciudades históricas.
Y es que en Córdoba, el Huerto de Orive, con un aire decadentemente romántico, entre ruinas, sonidos, vuelos y follaje pudo dejar plasmados estos bellos versos amorosos de un poeta desconocido.